
Alumnos del Centro de Estudiantes de la Escuela Normal Nº 4 lanzaron una carta abierta a toda la comunidad, luego de que la semana pasada, algunos sectores del edificio entraran en una situación de deterioro y abandono extremo. A continuación las palabras de los alumnos:
Usted acaba de pasar por la puerta de un colegio que se viene abajo. Se viene abajo con dos mil individuos de guardapolvo blanco adentro. Se viene abajo como si quisiera ser una metáfora de cómo se viene abajo la educación.
Se derrumba porque derrumbarse es la manera que tienen los edificios de gritar que todo está mal y que cada vez nos descuidan más.
Entienda: nos estamos solidarizando con nuestro edificio. El no puede hacer todas las idas y venidas burocráticas que hicimos en su momento para salvarlo del desastre.
No puede mandarle cartas a la Secretaría de Infraestructura, no puede suplicar a los responsables que sean responsables, no puede escribir petitorios ni esperar años para recibir una licitación.
Nuestro colegio llora por los desagües cada vez que lleve y nosotros no sabemos como consolarlo ni como mantenernos a flote.
Sin embargo lo que tiene nuestro edificio no es una enfermedad terminal. Simplemente nadie se hace cargo de curarlo.
Es por eso que dos mil individuos de guardapolvo blanco salimos a la calle hoy para exigir por él.
Nosotros, los que estamos en peligro de derrumbe edilicio, y de derrumbe intelectual, nos plantamos magullados; con goteras, sin picaportes, con aulas inhabilitadas, con la angustia terrible del que es abandonado, pero no queriendo rendirnos, ni permitiéndoles que nos rindan.
Estos individuos de guardapolvos blancos nos resistimos a asistir al funeral de la educación.