Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Una muestra en el Museo Fernández Blanco revela el pasado de los barrios porteños

(CABA) Las primeras vistas que se conocen de una muy vieja y sorprendente ciudad de Buenos Aires, aquella de mitad del siglo XIX, pueden verse desde ayer a través de “Buenos Aires, memoria antigua. Fotografías 1850-1900“, una muestra que agrupa 87 imágenes históricas. Y la exposición asombra: revela el pasado de los barrios de Once, Constitución, Retiro, los antiguos corrales viejos o mataderos (antes ubicados en Parque Patricios, luego trasladados al barrio de Mataderos), La Boca y Recoleta, entre otros lugares y permite ver a personajes de época -como los vendedores de escobas- que dieron origen a las tomas.

Observando las fotografías de vistas y lugares con más cuidado es posible notar detalles inesperados: por ejemplo, que en esa fotografía de la Plaza de Mayo, en medio del espacio de la plaza cruzaba antiguamente una recova -en la cual funcionaba un mercado, con un cuerpo central y bandolas, que eran puestos de venta ubicados a sus costados-, construida poco antes de la Revolución de Mayo de 1810.

La recova dividía a la plaza en dos partes: la que se observa en un antiguo daguerrotipo presente en la exposición -realizado Carlos Fredricks y Cía. en 1852- es la Plaza de la Victoria. Luego, más tarde, la recova fue derruida (hay una foto específica sobre esto en la muestra, tomada por Alejandro Witcomb en 1883) y las dos plazas, la de Mayo y la de la Victoria, se unificaron en una sola: la actual Plaza de Mayo.

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En esta antiguas imágenes, se observa alrededor de la plaza, casi nada: mucho barro, algunas casa bajas, el edificio de correos (levantado en 1873) y la “nueva” Casa de Gobierno (Casa Rosada), además de las cúpulas de varias iglesias que aún existen por el centro y por San Telmo, como la de Santo Domingo (Defensa 422), la de San Francisco (Adolfo Alsina 380).

El especialista en fotografía histórica y antigua Luis Príamo -un pionero en el estudio del campo de la fotografía a nivel local-, es el curador de esta exposición que tiene lugar en el Museo de Arte Hispanoamericano Fernández Blanco. En diálogo con Clarín, Príamo detalla: “La muestra sería algo así como una antología de antologías, porque está basada en un libro editado en 2015 por la Fundación CEPPA, “Buenos Aires. Memoria antigua“, que contiene unas 300 fotografías. De entre ellas seleccioné cerca de 90, para ser mostradas en la exposición.

-¿Está organizada por núcleos temáticos, por grupos?
-La muestra se divide en grupos de 3 o 4 fotografías. Cada grupo relata cronológicamente las modificaciones que fueron sufriendo los distintos lugares de Buenos Aires, desde las primeras fotografías que se realizaron en la ciudad hasta las de los fotógrafos de fines del siglo XIX.

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-En la exposición hay fotos de vistas, de paisajes de la antigua Buenos Aires, y también hay fotos de personajes, de hombres de oficios. ¿Quiénes aparecen en la muestra y por qué?
-Aparecen los “tipos populares”, que era un tópico que la fotografía de la época repetía. Justamente, los primeros tipos populares se observan en álbumes de fotos realizados en la ciudad alrededor de 1864. De entre ellos, el primero de estos álbumes fue el de Esteban Gonnet, qiuen fotografió el campo de Buenos Aires, gauchos rurales. Pero eran “escenas típicas”, escenificaciones de una doma de caballos, de un asado. Estaban armadas.

-¿Qué otros “tipos populares” es posible ver en estas fotos?
-El retrato de un mendigo, del vendedor de ajo, del vendedor de carne, de pan. Estas fotos podían ser tomadas en el estudio del fotógrafo o en el ambiente, en la calle. La primera fotografía de “tipos populares” en la Argentina fue de un vendedor de escobas negro. La sacó Gonnet.

-Esta fotografía de “tipos populares” que se hacía en la vieja Buenos Aires, ¿pertenecía a algún género fotográfico específico?
-Sí, las fotos de vistas y costumbres eran un género y las de tipos populares eran una especie de subgénero.

-¿Quiénes compraban estas fotografías, en la Buenos Aires de 1850, 1860…? ¿Había un mercado para estas fotos entonces?
-Sí, tenían mercado en Buenos Aires y las compraban también en poblados cercanos y en el extranjero. Por ejemplo, los álbumes de fotografía de Esteban Gonnet (un fotógrafo nacido en Francia en 1829 pero emigrado a la Argentina en 1857) los compró hace un tiempo un coleccionista argentino pero…en Londres. Y también muchas de estas fotografías se encuentran en la Biblioteca Nacional de Francia.

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-Imagino que estos fotógrafos no trabajaban con cámaras como las que conocemos hoy en día, ni con cámaras fotográficas pequeñas y portátiles.
-Así es. En general se trataba de fotografías realizadas sobre papel, tomadas con una cámara grande y negativos que eran fabricados uno por uno, individualmente, al colodión húmedo y en placas de vidrio. El fotógrafo tenía que emulsionar estas placas a mano y de a una.

-¿Aparecen otras técnicas fotográficas antiguas, en la exposición?
-Sí, hay algunos daguerrotipos, que son fotografías realizadas sobre bronce. Pero en la muestra lo que se exhiben no son estos originales ni los realizados a colodión húmedo sino copias digitales de altísima calidad de esas antiguas fotos.

-¿Qué antiguos fotógrafos son citados en esta exposición y cómo eran ellos? ¿Eran aventureros, exploradores, buscavidas…?
-Algunos de los fotógrafos presentes en la exposición son Samuel Boote (1844-1921), hijo de ingleses llegados a la Argentina en 1841); Benito Panunzi (Italia, 1819- Buenos Aires, 1894), fotógrafo, ingeniero y arquitecto; Francisco Ayerza (Buenos Aires 1860- 1901, misma ciudad). Estaban los fotógrafos de la Sociedad Fotográfica de Aficionados…Y, algunos de ellos tenían algo de buscavidas. Especialmente los primeros, extranjeros que venían a América del Sur itinerando, pasando por varios países de la región antes de llegar a Buenos Aires. Venían aquí a hacer negocios, tenían clientes, y sus estudios de fotografía que daban a la calle. Imaginate que, en esa época, el fenómeno de la fotografía se expandía de manera extraordinaria.

-¿De que vivían estos fotógrafos de mediados del siglo XIX? ¿De sus fotografías?
-Ofrecían a la venta vistas de Buenos Aires pero además, podías ir a su estudio y te hacían tu retrato. Al comienzo, sí, fue un negocio irregular, insuficiente. Por eso algunos fotógrafos se quedaban en Buenos Aires unos meses y luego se iban. Otros tenían oficios paralelos, como la cerrajería, por ejemplo. Pero luego, paulatinamente, el negocio fue creciendo. Uno de los primeros formatos de fotografía que tuvo mucho éxito en la época fue la “carte de visite” (carta de visita), porque era una fotografía pequeña con tu retrato (hecho en el estudio, con luces cuidadas y escenografía de fondo), que servía como presentación, para anunciarte en una casa antes de ir a visitarla, o se intercambiaban entre personajes de la sociedad de la época.

-¿Hubo algún fotógrafo de esa época antigua que realizara otro tipo de fotografía?
-Sí, Harry Grants Olds sólo hacía fotografías con fines comerciales: publicidades de hoteles, de fábricas.

-¿Cual fue la pregunta que inspiró la selección que usted hizo?
-Bueno, me preguntaba cómo fue que Buenos Aires, que pasó de ser una aldea a ser una ciudad extraordinaria. Son los cambios de Buenos Aires, y su pasaje de aldea a ciudad moderna: sobre esto trata la exposición y esto es lo que puede verse. NR


Fuente consultada: Clarín

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