
La tradicional casona de Rosario 250, hoy Centro Cultural Sureda, se sumó a los festejos por el 197 Aniversario del barrio de Caballito.
Así, el sábado 24 de febrero, con una nutrida concurrencia, tuvo lugar una nueva Visita Guiada en la que se abordó la historia de esta particular residencia, dueña de un importante patrimonio histórico, arquitectónico y cultural
La Casa Sureda, ubicada en Rosario 250 se emplaza frente al Parque Rivadavia. Fue antiguamente residencia de la familia Sureda, construida en 1922 por el arquitecto Aldo Flándoli, a pedido de Ernesto Sureda, próspero inmigrante catalán que, años antes, había fundado el periódico El Constructor. Por entonces era la construcción más alta de la cuadra y una de las más importantes de la zona, tanto fue así que, las principales revistas de la época especializadas en arquitectura y construcción le dedicaron abundantes notas.
Los visitantes, acompañados por Marina Bussio y por el equipo que forma parte del Centro Cultural, recorrieron y fotografiaron cada rincón de la propiedad, su amplio jardín, su sala principal, la capilla, los dormitorios y hasta la antigua cocina con parte de su mobiliario original.
La casa perteneció siempre a la familia Sureda, constituida por el matrimonio y sus tres hijas que la habitaron hasta sus últimos días. Tras el fallecimiento de sus padres y hermanas, Mercedes Sureda, dona la propiedad a ICIED, quienes en el año 2013 abrieron allí las puertas del actual Centro Cultural.
El edificio es de estilo ecléctico, con elementos de arquitectura italianizante. También cuenta con elementos de arquitectura gótica veneciana como los azulejos, vidrios de color, y las ventanas del piso alto de la torre. La Residencia responde a los lineamientos típicos del “petit hotel” difundido hacia fines del siglo XIX y principios del XX en los barrios residenciales de Buenos Aires entre las familias de clase media alta.
Uno de los detalles que más sorprenden a los visitantes, es la imagen de la Virgen del Rosario en su mirador del tercer nivel que se ve desde la calle.
De esta forma, y en el marco de los festejos del mes de Caballito, los vecinos pudieron internarse en parte de la historia del barrio.
Fuente: Revista Horizonte