
(CABA) Sorprendió el rumor que se confirmó en las últimas horas: la intención de Luciana Salazar de hacerse una lipoescultura láser a pocos días de viajar a Estados Unidos ante la inminente llegada de Matilda, su hija a través del sistema de subrogación de vientre.
Tenía turno en la clínica Bazterrica; allí se confirmó que la intervención se suspendió por un desacuerdo de Luciana con su prepaga (Osde); porque ella pretendía -dijeron- no pagar todos los gatos de la misma -tiene un plan que le permite hacer una estética por año-.
No era la única condición especial que la rubia tenía: quería internarse con otro nombre por un tema de preservar su anonimato y entrar por una puerta secundaria de acceso, para no ser vista en la clínica.
Llamaba la atención los riesgos del post operatorio de la cirugía, ya que tiene que abordar un avión para irse a recibir a su hija. Y mucho más las condiciones físicas para someterse a ese tipo de operación, ya que es flaquísima.
Se la ha visto particularmente desbordada a Luciana Salazar en sus apariciones públicas por su inminente maternidad; ella misma ha confesado estar presa del pánico, nervios, y un evidente desborde emocional que preocupa, sobre todo cuando tiene que hacerse cargo de la crianza de un bebe. NR
Fuente consultada: telebajocero
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