El uruguayo que triunfa en la ficción de Telefe Graduados, se define como un fanático del teatro.
En su casa de Caballito fue entrevistado. “A la fama sólo la disfruto cuando tengo que hacer trámites porque me atienden mejor”, arranca con un chiste como era de esperar.
Empezó desde los 6 años cuando vio trabajar a un mimo colombiano al que imitó hasta el cansancio. Luego a los 13 comenzó a estudiar profesionalmente esta disciplina.
Veinte años después cuenta con un prontuario de 25 películas, escribió y dirigió 5, interpretó 11 personajes en televisión y 15 en teatro. Hoy, con el corazón dividido entre Montevideo y Buenos Aires, vive en el barrio porteño de Caballito y hace cinco años que está casado con la directora Ana Katz.
Si bien es cierto que fue gracias a la televisión que pasó de ser un actor conocido a un actor famoso, es en el teatro donde es totalmente feliz.
A pesar de su éxito, y de la atracción que ejerce en la platea femenina, Daniel es lo más parecido a un anti-galán. Tanto, que en las escenas donde tiene que besar a una actriz se siente incómodo. Hacerlo es un esfuerzo extra.
Fuente: Lanueva.com
