(CABA) Mientras la atención de políticos y medios de comunicación masivos está puesta en el coronavirus, y en tomar todos los recaudos posibles para evitar la propagación de dicha enfermedad, hay otra epidemia que avanza en la Ciudad y está haciendo estragos en los barrios porteños: el dengue.
El número de vecinos afectados por picaduras del mosquito Aedes aegypti es cada vez más alto y, entre constantes pedidos a la Ciudad de fumigación, la desesperación comienza a reinar. Según el último Boletín Epidemiológico Semanal del Ministerio de Salud porteño publicado el 10 de abril, desde el 1° de enero, se notificaron 5446 casos de dengue, confirmándose 3173. Para mayor preocupación, de esos casos se considera que el 91% no viajaron a una zona con circulación viral. De hecho, muchísimos vecinos de la Ciudad contrajeron la enfermedad en sus casas durante el aislamiento social obligatorio.
Y si bien se distribuyen en toda Capital, hay 16 barrios que notificaron el 90% de los confirmados. Flores está en el puesto número uno del ranking con el 23% de los casos. Este barrio integra junto a Parque Chacabuco la Comuna 7, que registra más de 700 contagiados. Le siguen las Comunas 8 (Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano) y la 4 (La Boca, Parque Patricios, Barracas, Nueva Pompeya), con más de 600 y 500 casos, respectivamente.
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En este marco de alerta, el periódico Flores de Papel habló con el Legislador porteño por el Frente de Todos, Javier Andrade, quien es vecino de la Comuna 7 y viene haciendo un especial seguimiento de la problemática del dengue.
– ¿Crees que, a raíz de que la atención está enfocada en el coronavirus, se está invisibilizando un verdadero brote de dengue o pensás que está controlado el tema?
– Sí, desde ya que es muy difícil captar la atención de la población en este momento con algo que no sea Coronavirus, pero tampoco hemos visto que el GCBA visibilice demasiado la cuestión. De hecho fue uno de los planteos que les hicimos a varios funcionarios del Ministerio de Salud de la Ciudad cuando vinieron a la Legislatura, en la primera reunión de la comisión de Salud. Y además, allí reconocieron que estamos ante una epidemia de Dengue, con menos casos pero muy parecida a la de 2016.
– ¿Es verdad que el Gobierno de la Ciudad debería haber fumigado en invierno pasado para prevenir y no lo hizo?
– En realidad en invierno no se fumiga, porque la fumigación sólo ataca al moquito adulto y en invierno el mosquito adulto ya no circula. Lo que sí debió haber hecho el GCBA es hacer las tareas de descacharreo junto con la comunidad en otoño e invierno. Para que cuando llegue el verano no tengamos la enorme cantidad de criaderos de mosquito que tenemos hoy. No hay otra manera de prevenir el dengue que no sea eliminando los huevos del mosquito. Así como decimos que para el Coronavirus la única vacuna es quedarse en casa, para el dengue la única vacuna es eliminar los criaderos de mosquitos.
– Según infectólogos, el aislamiento puede provocar más contagios de dengue, ya que el mosquito suele picar cuando la persona descansa. ¿Qué se le recomienda hacer al vecino en esta situación?
– El mosquito que transmite el dengue, que es el Aedes Aegypti, pica en dos momentos del día: por la mañana y por la tardecita noche. Si prestamos atención van a ver que cerca de las 19 es cuando comienzan a dar vueltas y lo mismo por la mañana. En esos momentos lo que hay que hacer es tratar de usar repelente, espirales. Sirve mucho también poner mosquiteros. Y si bien la cuarentena aumenta el riesgo de contagio, por los horarios que maneja el mosquito, es relativo. La cuarentena es un buen momento además para que revisemos cada hueco de la casa y sigamos eliminando los posibles criaderos, sobre todo después de cada día lluvioso.
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– Conseguir repelente se volvió un desafío en medio de la cuarentena. ¿Cómo es su propuesta de que el Gobierno porteño fabrique repelente y lo entregue a los vecinos?
– Buenos Aires tiene un laboratorio de producción pública, totalmente sub aprovechado. Particularmente vengo trabajando el tema de producción pública en la Ciudad y me contacté con el Director del Laboratorio y sus trabajadores. Estuve recorriendo las instalaciones y en esa oportunidad les pregunté si podían producir repelente. Para mi sorpresa me dijeron que en la epidemia de 2016 habían presentado un proyecto en el que pedían que readecúen el laboratorio para poder producirlo. Sin embargo, ese año Larreta gastó más dinero en comprar repelente que en adecuar el laboratorio. A fines del año pasado, ellos volvieron a presentar el mismo pedido y nosotros presentamos ese pedido en la legislatura, como un proyecto, para que la Ciudad finalmente pueda fabricar su propio repelente y podamos llegar a las familias que más lo necesitan.
– El dengue está presente en todos los barrios, aunque algunos se ven más afectados. ¿Por qué crees que Flores concentra más del 20% de los casos?
– En realidad y lamentablemente si tomamos cualquier dato epidemiológico, cualquier enfermedad ya sea Dengue, Tuberculosis, infecciones respiratorias, siempre el Sur de la Ciudad está muy por encima del Centro y el Norte. Y esto tiene que ver con que muchas de las soluciones que tenemos que encontrar para problemas de salud no dependen exclusivamente del sistema de salud sino de nuestras condiciones de vida. El hacinamiento, una vivienda digna, agua potable. Y allí se sostiene una gran diferencia entre el Norte y el Sur de la Ciudad. Así es que, aunque el dengue golpea en toda la Ciudad, la desigualdad norte-sur es un hecho concreto que no se ha resuelto en tantos años de gestión de Macri y Larreta.
Escribe Dra. Natalia Rivarola
Fuente consultada: Flores de Papel
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