Ciudad Autónoma de Buenos Aires

La mansión deshabitada de AMBA

La casona Abril, una propiedad de estilo francés con una rica historia en la provincia de Buenos Aires, sigue ofrecida en venta por la desarrolladora IRSA. Esta lujosa mansión que forma parte de una estancia fue construida en 1930 por el arquitecto José Millé, se destaca por sus dimensiones colosales de casi 4.000 metros cuadrados y por haber sido originalmente patrimonio de la familia Pereyra Iraola, muy ligada con el desarrollo de una amplia zona del sur del Gran Buenos Aires.

La propiedad, ubicada en el Abril Club de Campo en Hudson, partido de Berazategui, resguarda secretos de la historia bonaerense, con una arquitectura y un diseño impregnados de una fuerte influencia europea, con materiales traídos del Viejo Continente.

Se trata de la mansión más cara de la zona, con un valor de venta de 10 millones de dólares. Admite un método de pago innovador, permitiendo a los compradores completar la transacción con títulos de la deuda pública argentina, lo que implica en la práctica un descuento del 30% sobre el precio original.

La casona sobresale no solo por su diseño arquitectónico, sino por su ubicación privilegiada dentro de una zona que nunca formó parte del desarrollo inmobiliario del country, manteniendo IRSA la propiedad exclusiva de la casa. Al explorar su historia, se descubre que fue encargada por Laura Pereyra Iraola, quien expresó su deseo de una residencia modesta, pero se encontró con un espléndido palacio que decidió no habitar.

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Un poco de historia

La estancia Abril tiene vínculos con otra llamada San Juan, cuya historia se remonta a 1580, cuando Juan de Garay, quien fundó Buenos Aires por segunda vez en ese año, distribuyó 30 terrenos muy amplios entre sus capitanes, desde Wilde hasta Ensenada, en la zona sur del GBA.

Fuentes del country informaron: “Después de una serie de sucesiones dominiales, en 1840, el agrimensor Federico Chiclana midió parte de la merced del bañado para Faustino Ximénez, formando así la estancia “Las Conchitas” de 13.000 hectáreas. En 1850, Rita Pinto de Ximénez, viuda de Pedro Capdevila, vendió la estancia Las Conchitas con ocho puestos, entre ellos Santa Rosa, La Calera, Las Ánimas, Del Centinela, San Pedro, Villalba y la costa del Río, a Simón Pereyra, quien estaba casado con María Ciriaca de Iraola Brid”.

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En 1852, tras el fallecimiento de Simón Pereyra, su hijo mayor, Leonardo Higinio Pereyra Iraola, heredó las tierras, las cuales rebautizó como estancia San Juan. Leonardo, junto a su primo Martín, emprendieron un viaje por Europa donde se familiarizaron con nuevas tecnologías para la explotación agropecuaria y la importancia de la forestación para la preservación del suelo. Durante su estadía, encomendaron al paisajista holandés Carlos Vereke la creación de los primeros parques en las propiedades, en los cuales se plantaron diversas especies y semillas importadas. Gracias a estas innovaciones, lograron transformar a San Juan en la cabaña madre de la cría de ganado Hereford.

En 1899, tras el fallecimiento de Leonardo Higinio, la estancia se dividió entre sus hijos de la siguiente manera: Leonardo heredó San Juan, que abarcaba 9.000 hectáreas; Martín recibió Santa Rosa, con 5.000 hectáreas; mientras que sus hijas, María Luisa (El Carmen), María Antonia (Las Hermanas), Sara (La Porteña) y Laura (Abril), recibieron cada una cuatro estanzuelas. Precisamente Laura Pereyra Iraola heredó 312 hectáreas, y decidió llamar al campo “Abril” en honor a su mes de nacimiento.

Después de algunos años, encargó la construcción de una casa modesta a Millé. Sin embargo, el arquitecto ignoró sus deseos y construyó un palacio deslumbrante. Al descubrirlo, Laura tomó la decisión drástica de no habitar la mansión. En su lugar, dejó la casona a su ahijado, Jorge Pereyra Iraola, quien junto a su familia y herederos, la disfrutó hasta su venta a IRSA en 1995.

Presente

En la actualidad continúan llevándose a cabo los trabajos de conservación y mantenimiento habituales en esta mansión. Es probable que el futuro comprador sea responsable de agregarle valor o realizar mejoras adicionales según sus preferencias y necesidades. Y tendrá que, de todos modos, ajustar ese destino a las reglamentaciones y al convenio de copropiedad del country.

Fuentes de la empresa propietaria explicaron que una mansión que nació como un castillo de estilo francés es algo muy poco habitual de encontrar en medio de la Pampa.

Se trata de una propiedad independiente que nunca formó parte del loteo de una de las urbanizaciones más cotizadas del sur del conurbano. IRSA siempre conservó la propiedad de la casa. “Creemos que es un buen momento para venderla”, ampliaron en la empresa.

Por su parte, Abril Club de Campo es un desarrollo consolidado. Es el barrio referente en la zona, con más de 700 viviendas edificadas. “Actualmente, contamos con 25 casas en venta, con precios que oscilan entre USD 465.000 y 2.990.000 dólares. Estas propiedades varían en tamaño desde los 4 hasta los 7 ambientes o más”, precisó Ignacio O’Keefe, de Inmobiliaria O’Keefe.

También se comercializan los últimos terrenos disponibles para construir, con precios a partir de USD 390.000 para lotes de 1.250 m2 de superficie.

O´Keefe agregó: “La zona de Hudson está experimentando un crecimiento notable, con nuevos desarrollos y la consolidación de varios barrios que tienta a la demanda que privilegia vivir en esta área próxima con CABA y La Plata”.

Filmaciones

La casona sirvió como escenario de muchos de eventos sociales y también de producciones artísticas, como la serie El Reino, emitida por Netflix entre 2021 y 2023.

Con una rica historia y una exuberante arboleda, la estancia cuenta con especies arbóreas traídas desde el Europa. La leyenda añade que por sus jardines pasearon figuras célebres como Indira GhandiWalt Disney y Clark Gable, quienes quedaron maravillados por la vista de esta casona escondida en un remanso de la provincia bonaerense.

Cómo es

La mansión Abril evoca los majestuosos palacios del Loira y Versalles con su esplendoroso clasicismo francés. Con una superficie cubierta de 4.000 m2 y más de 400 m2 de terrazas, explorarla es sumergirse en la arquitectura gala. Además, cuenta con 3,1 hectáreas de terreno.

En la planta baja, la casona alberga grandes salones centrales rodeados de amplias galerías y corredores internos. Sus muros de piedra y un fumoir revestido con bibliotecas y boiserie añaden un toque de distinción.

Las chimeneas con mármol tallado a mano importado de Europa, las escaleras adornadas con vitraux antiguos y las barandas de hierro forjado son detalles que realzan su belleza.

En su planta alta, la mansión alberga 9 habitaciones y 5 baños que ofrecen vistas panorámicas del parque desde diferentes ángulos.

Además, en la terraza y las mansardas destinadas originalmente para el servicio, se encuentran más habitaciones, así como cuartos de lavado y planchado de generosas dimensiones.

La fachada principal de la casona está orientada hacia el parque centenario y un extenso estanque, adornado por dos valiosos cisnes esculpidos en mármol por el prestigioso paisajista alemán Hermann Botrich.

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