Fue en la tarde noche del 4 de abril. Los destrozos en Capital Federal y Gran Buenos Aires fueron terribles. En Caballito cientos de árboles terminaron en la calle, ramas por todos lados, paredes dañadas en varias fachadas. El fenómeno se dio con esta violencia como nunca. Pocos recuerdan algo parecido en Caballito.
Luego de una tarde algo calurosa se desató una tormenta tan fuerte que en minutos hizo bajar 10 grados la temperatura y llenó la ciudad de ramas caídas e inundaciones.
Caballito fue uno de los barrios más castigados. Según declaraciones a Diario Clarín, los vecinos sostenían que “sobre Hortiguera, entre Eva Perón y la avenida Rivadavia, era una sucesión de árboles y ramas caídas. De hecho, había un tronco que interrumpía el paso sobre Gregorio de Laferrere, entre Hortiguera y Emilio Mitre. Y la vereda de Eva Perón del Parque Chacabuco también estaba cubierta de ramas”.
Varios clubes y campos deportivos como el de San Lorenzo o el Colegio Marianista, quedaron bastante dañados. El Parque Rivadavia por su parte permanecerá varios días cerrado por recolección de ramas y restos de árboles dañados.
